Vuelvo nuevamente a este espacio, ya han transcurrido casi 6 meses desde mi último post, y la verdad mucho ha cambiado mi pensar y sentir en este tiempo, y ese cambio es el que quiero compartir.
Si leen mis posts anteriores, notarán una fuerte carga negativa en ellos, siempre tienden a la crítica a la descalificación y al insulto en algunos casos, en este sentido, hay algo que no ha cambiado, sigo pensando que los gobernantes que han dirigido al país no lo han hecho apropiadamente.
El cambio no debe venir de los gobernantes o de los Jueces o Fiscales o cualquier otra figura de autoridad, el cambio, la transformación verdadera proviene de uno mismo, es una transformación interior, que debe ser como la fuerza de un río caudaloso, que nada detiene su cauce.
Lastimosamente hemos estado muy cómodos en nuestro sofá, siendo simples espectadores, y no hemos adquirido la responsabilidad y el compromiso necesarios para transformarnos, y generar un efecto multiplicador de esta transformación hacia nuestros semejantes, empezando en nuestra casa y proyectándolo a nuestro entorno (calle, barrio, colonia, zona) y eventualmente país.
No necesitamos nuevos gobernantes, necesitamos cambiar, necesitamos involucrarnos positivamente en este nuestro país, al que tanto amamos, pero tan poco, muy poco o nada se lo demostramos.
Nos gusta estar amparados en la sombra de la queja y la denuncia, señalando a los que son corruptos y deshonestos, pero nosotros mismos hemos creado los espacios para estos personajes, al vivir en la total indiferencia y no formar parte de la transformación moral, cultural y social que nuestro país necesita y nos demanda cada día.
Vamos, haz tuyo el día, y cambia desde tu interior, mira las oportunidades que a diario se presentan en disfrazadas de problemas, rétate este y cada día por venir a ser mejor, a ser parte del cambio positivo.
