Se ha dicho mucho al respecto del problema de seguridad que se vive en Guatemala y la escalada en la violencia, sin embargo, yo creo que el problema no estriba en la inseguridad como tal sino en la correcta aplicación de justicia. Si el criminal es detenido y no es castigado acorde al crimen que cometió, y sale libre, su costo de oportunidad es cero, es decir, no invirtió nada, pero obtuvo beneficios.
Esto es disruptivo para cualquier intento de disminuir la inseguridad, ya que los cuerpos de seguridad ven su trabajo totalmete echado por los suelos por el pobre desempeño de los demás actores en este proceso (fiscales, detectives y últimamente jueces).
De tal cuenta mas allá de la verborrea y la crítica aquí está un poco de mi pensar al respecto de la solución a este grave problema, que baso en 5 puntos claves, que a continuación desarrollo:
Prevención del Delito e Inteligencia
Es de suma importancia impulsar un proyecto completo de descentralizacion policial, donde los distintos municipios puedan tener su propio Departamento de Policia, y sean personas de la comunidad las que sirvan en estas posiciones, además, de equipar, entrenar, formar y dignificar a los agentes policiales para el mejor desempeño de sus tareas.
La inteligencia juega un papel decisivo en la desarticulación del crimen organizado, pero de igual forma debe ser capacitada y entrenada para poder infiltrar elementos en estos grupos y poder desmantelarlos, además de recolectar todo tipo de evidencia disponible para evitar que salgan de prisión y no sean castigados por sus delitos.
Recoleccion de Evidencia
La ciencia forense ha avanzado enormemente en los últimos años, sin embargo, en Guatemala todavía no contamos con Unidades Forenses equipadas con tecnología de punta y entrenadas en su correcto uso y manipulación de evidencia, así como la conformación de diversas bases de datos para pruebas balísticas, AFIS (Automated Fingerprint Identification System), y equipos de DNA, todavía hay que conseguir el arma homicida para poder cotejar ojivas y cascabillos.
La escenas del crimen son altamente contaminadas, y pobremente manejadas; algo que ayudaría es tener una central de despacho, donde tanto la Policía como los cuerpos de Emergencia (bomberos) puedan recibir la información al mismo tiempo (una especie de 911), la capacitación de los detectives forenses es indispensable para evitar que los casos se pierdan por un mal manejo de evidencia.
Cadena de Custodia
Las evidencias son débilmente custodiadas, no existen depósitos con las más altas medidas de seguridad y control de acceso para custodiar la evidencia, y es frecuente escuchar que se extravían, que las sustraen o que se deterioran, dificultando así sustentar casos criminales y entorpeciendo la aplicación de la justicia.
Aplicación de Justicia
Los jueces tienen un trabajo complicado, ya que deben dictar sentencias, en muchos casos, sin evidencia, y lastimosamente basándose en testimonios, no existe mejor testimonio que la evidencia forense, ya que las personas se pueden intimidar, coaccionar, o sentir temerosas al tratar de enfrentar a los criminales en la corte de Justicia, la fiscalía debe sustentar sus casos en evidencias físicas más que en testimonios personales, eso facilitaría la obtención de condenas.
Pero no todo tiene que ver con la evidencia, hay casos, donde esta existe y es abrumadora, sin embargo, los jueces fallan a favor de los criminales, y aquí son varios los problemas, la corrupción es uno de ellos, en cuyo caso los jueces deberían ser constantemente auditados, y de encontrar anomalías en un proceso o fallos erróneos, ser castigados. Por otra parte el amedrentamiento y las amenazas, esto era muy común en Colombia con los casos contra capos de la droga, y se crearon los denominados jueces sin rostro, que pretendían proteger la identidad de estos, y permitir la correcta y efectiva aplicación de justicia. Esto puede ser una alternativa en casos de alto impacto.
Sistema de Presidios
En nuestras cárceles, solamente se llega a desarrollar destrezas criminales, no existe un verdadero proceso de rehabilitación, esto puede remediarse con la construcción de cárceles de Máxima Seguridad operadas y administradas por el Ejército de Guatemala, donde los internos sean sometidos a rutinas de acondicionamiento físico, un lugar donde no se de cabida a la indisciplina y a la corrupción campeante en nuestro actual sistema de presidios.
Esto es disruptivo para cualquier intento de disminuir la inseguridad, ya que los cuerpos de seguridad ven su trabajo totalmete echado por los suelos por el pobre desempeño de los demás actores en este proceso (fiscales, detectives y últimamente jueces).
De tal cuenta mas allá de la verborrea y la crítica aquí está un poco de mi pensar al respecto de la solución a este grave problema, que baso en 5 puntos claves, que a continuación desarrollo:
Prevención del Delito e Inteligencia
Es de suma importancia impulsar un proyecto completo de descentralizacion policial, donde los distintos municipios puedan tener su propio Departamento de Policia, y sean personas de la comunidad las que sirvan en estas posiciones, además, de equipar, entrenar, formar y dignificar a los agentes policiales para el mejor desempeño de sus tareas.
La inteligencia juega un papel decisivo en la desarticulación del crimen organizado, pero de igual forma debe ser capacitada y entrenada para poder infiltrar elementos en estos grupos y poder desmantelarlos, además de recolectar todo tipo de evidencia disponible para evitar que salgan de prisión y no sean castigados por sus delitos.
Recoleccion de Evidencia
La ciencia forense ha avanzado enormemente en los últimos años, sin embargo, en Guatemala todavía no contamos con Unidades Forenses equipadas con tecnología de punta y entrenadas en su correcto uso y manipulación de evidencia, así como la conformación de diversas bases de datos para pruebas balísticas, AFIS (Automated Fingerprint Identification System), y equipos de DNA, todavía hay que conseguir el arma homicida para poder cotejar ojivas y cascabillos.
La escenas del crimen son altamente contaminadas, y pobremente manejadas; algo que ayudaría es tener una central de despacho, donde tanto la Policía como los cuerpos de Emergencia (bomberos) puedan recibir la información al mismo tiempo (una especie de 911), la capacitación de los detectives forenses es indispensable para evitar que los casos se pierdan por un mal manejo de evidencia.
Cadena de Custodia
Las evidencias son débilmente custodiadas, no existen depósitos con las más altas medidas de seguridad y control de acceso para custodiar la evidencia, y es frecuente escuchar que se extravían, que las sustraen o que se deterioran, dificultando así sustentar casos criminales y entorpeciendo la aplicación de la justicia.
Aplicación de Justicia
Los jueces tienen un trabajo complicado, ya que deben dictar sentencias, en muchos casos, sin evidencia, y lastimosamente basándose en testimonios, no existe mejor testimonio que la evidencia forense, ya que las personas se pueden intimidar, coaccionar, o sentir temerosas al tratar de enfrentar a los criminales en la corte de Justicia, la fiscalía debe sustentar sus casos en evidencias físicas más que en testimonios personales, eso facilitaría la obtención de condenas.
Pero no todo tiene que ver con la evidencia, hay casos, donde esta existe y es abrumadora, sin embargo, los jueces fallan a favor de los criminales, y aquí son varios los problemas, la corrupción es uno de ellos, en cuyo caso los jueces deberían ser constantemente auditados, y de encontrar anomalías en un proceso o fallos erróneos, ser castigados. Por otra parte el amedrentamiento y las amenazas, esto era muy común en Colombia con los casos contra capos de la droga, y se crearon los denominados jueces sin rostro, que pretendían proteger la identidad de estos, y permitir la correcta y efectiva aplicación de justicia. Esto puede ser una alternativa en casos de alto impacto.
Sistema de Presidios
En nuestras cárceles, solamente se llega a desarrollar destrezas criminales, no existe un verdadero proceso de rehabilitación, esto puede remediarse con la construcción de cárceles de Máxima Seguridad operadas y administradas por el Ejército de Guatemala, donde los internos sean sometidos a rutinas de acondicionamiento físico, un lugar donde no se de cabida a la indisciplina y a la corrupción campeante en nuestro actual sistema de presidios.
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